Los que me conocen bien saben que nunca me gustó ZP; no sólo no contaba, sino que ni siquiera se le esperaba. Pero maniobras en la oscuridad y el azar lo llevaron al liderazgo del PSOE. Y tras una incomprensible maldad de un hombre mediocre (Aznar), incitado por otros a culpar a ETA de sus errores en política exterior -y que costó tanta sangre inocente-, llevó a ZP a la Moncloa cuando tampoco estaba previsto. Y al cabo, tras estallar la burbuja inmobiliaria que negaron tantas veces todos, junto a la crisis financiera (también negada, alardeando también todos de la bondad de nuestro sistema financiero) y la crisis de deuda consiguientes, llegó aquella noche del 10 de mayo de 2010. Y el comandante UE mandó parar: después de tanta fiesta había que empezar a pagar el convite. Y debíamos hasta de callarnos; y aquí está la clave de lo que más tarde sucedería…
Sí, ZP no estaba capacitado para lo que tenía por delante como ya nos habíamos temido. Cometió errores de libro, de bisoño; de lo que era: un hombre honesto, pero mediocre. No estuvo a la altura de lo que se pide a un dirigente político en circunstancias como aquellas; pero niego la acusación que se le ha hecho y que siguen erre que erre ridiculizando como diagnóstico de aquella etapa: el PSOE de ZP no se derechizó. El PSOE no ha renunciado a su ideario, más allá de que su Secretario General de entonces presidía el Gobierno de España. Y es que a España no le quedaba otra que aceptar las políticas de ajuste; sólo había tres opciones: abandonar el euro, con el consiguiente coste político a futuro fuera de Europa; mantenernos dentro de Europa y del euro con un rescate del país; o mantenernos en la UE y en la zona euro aceptando las recetas de la Troika. No había más opciones, y desde luego, la última y por la que se optó, era la menos mala a pesar de tan graves consecuencias para los españoles más humildes.
No, el PSOE no se escoró a la derecha. La crisis financiera y la de deuda nos obligó como país a aceptar las políticas impuestas por la UE y sus instituciones: éramos, somos, lo que somos y representamos dentro de un entramado de poder llamado UE: tenemos el poder y la fuerza que tenemos. El error de ZP fue no explicar qué ocurría, qué éramos dentro de la UE, hasta dónde nuestro poder como país; como tampoco supo -o pudo- plantar cierta fuerza para haber negociado otros plazos respecto a los ajustes de déficit; y, quizá, erró en sus decisiones, como no dimitir y no haber convocado elecciones entonces...
Sí, este es el verdadero asunto: España y el PSOE necesitan aclarar el relato, una explicación honesta y certera de la crisis financiera y sus circunstancias, aquellas que llevaron a este país a donde lo dejó ZP; es necesario ese relato que reconstruya aquella coyuntura política europea, poniendo sobre la mesa todos los elementos que hicieron el que este país tuviese que aceptar el plan de la troika, so pena de ser intervenido como Portugal o Grecia o aislarnos a futuro fuera del euro...
En suma, el PSOE no se derechizó entonces ni se ha derechizado hoy; sólo fue un error, el de ZP, que como denuncié entonces, no supo explicarle a los españoles la realidad que nos asolaba... Un error de comunicación -y de falta de liderazgo- para haber exigido a la Troika otros planteamientos más livianos, y que le costó más tarde a Rubalcaba bailar con la más fea, cuando era quizás el hombre clave para haber llevado a este país por otra senda.
La sombra de aquellos errores de comunicación y administración de una coyuntura dificil trajeron esta coyuntura donde hay que leer de todo sin rigor ni decencia intelectual alguna.
Y no valen a éstas alturas demagogos y oportunistas. El daño ha sido muy grande en términos de país, de sociedad (paro, empresas arruinadas y desaparición de tejido productivo) como para que vengan salvadores de patrias con sus antiguos discursos y modelos 'déjà vu'.
En España, en Europa, por el contrario, están más vigente que nunca el ideario socialdemócrata (libertad y democracia social) como el único capacitado para salir de esta difícil coyuntura. Todos los demás modelos (liberalismo, comunismo, fascismo) han fracasado en la reciente historia de esta vieja pero viva aún Europa. Y no sólo hacen falta políticas socialdemócratas, sino una mayor capacitación de los liderazgos políticos y una mayor sensatez de todos, incluida la ciudadanía.
Sí, ZP no estaba capacitado para lo que tenía por delante como ya nos habíamos temido. Cometió errores de libro, de bisoño; de lo que era: un hombre honesto, pero mediocre. No estuvo a la altura de lo que se pide a un dirigente político en circunstancias como aquellas; pero niego la acusación que se le ha hecho y que siguen erre que erre ridiculizando como diagnóstico de aquella etapa: el PSOE de ZP no se derechizó. El PSOE no ha renunciado a su ideario, más allá de que su Secretario General de entonces presidía el Gobierno de España. Y es que a España no le quedaba otra que aceptar las políticas de ajuste; sólo había tres opciones: abandonar el euro, con el consiguiente coste político a futuro fuera de Europa; mantenernos dentro de Europa y del euro con un rescate del país; o mantenernos en la UE y en la zona euro aceptando las recetas de la Troika. No había más opciones, y desde luego, la última y por la que se optó, era la menos mala a pesar de tan graves consecuencias para los españoles más humildes.
No, el PSOE no se escoró a la derecha. La crisis financiera y la de deuda nos obligó como país a aceptar las políticas impuestas por la UE y sus instituciones: éramos, somos, lo que somos y representamos dentro de un entramado de poder llamado UE: tenemos el poder y la fuerza que tenemos. El error de ZP fue no explicar qué ocurría, qué éramos dentro de la UE, hasta dónde nuestro poder como país; como tampoco supo -o pudo- plantar cierta fuerza para haber negociado otros plazos respecto a los ajustes de déficit; y, quizá, erró en sus decisiones, como no dimitir y no haber convocado elecciones entonces...
Sí, este es el verdadero asunto: España y el PSOE necesitan aclarar el relato, una explicación honesta y certera de la crisis financiera y sus circunstancias, aquellas que llevaron a este país a donde lo dejó ZP; es necesario ese relato que reconstruya aquella coyuntura política europea, poniendo sobre la mesa todos los elementos que hicieron el que este país tuviese que aceptar el plan de la troika, so pena de ser intervenido como Portugal o Grecia o aislarnos a futuro fuera del euro...
En suma, el PSOE no se derechizó entonces ni se ha derechizado hoy; sólo fue un error, el de ZP, que como denuncié entonces, no supo explicarle a los españoles la realidad que nos asolaba... Un error de comunicación -y de falta de liderazgo- para haber exigido a la Troika otros planteamientos más livianos, y que le costó más tarde a Rubalcaba bailar con la más fea, cuando era quizás el hombre clave para haber llevado a este país por otra senda.
La sombra de aquellos errores de comunicación y administración de una coyuntura dificil trajeron esta coyuntura donde hay que leer de todo sin rigor ni decencia intelectual alguna.
Y no valen a éstas alturas demagogos y oportunistas. El daño ha sido muy grande en términos de país, de sociedad (paro, empresas arruinadas y desaparición de tejido productivo) como para que vengan salvadores de patrias con sus antiguos discursos y modelos 'déjà vu'.
En España, en Europa, por el contrario, están más vigente que nunca el ideario socialdemócrata (libertad y democracia social) como el único capacitado para salir de esta difícil coyuntura. Todos los demás modelos (liberalismo, comunismo, fascismo) han fracasado en la reciente historia de esta vieja pero viva aún Europa. Y no sólo hacen falta políticas socialdemócratas, sino una mayor capacitación de los liderazgos políticos y una mayor sensatez de todos, incluida la ciudadanía.
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