viernes, 25 de octubre de 2013

LEYENDO A WIESENTHAL

Antes de anoche leía en la cama a Wiesenthal. Y leí parte de sus Memorias de Cádiz que recoge su Libro de Réquiems... Una visión de Cádiz que no es el Cádiz que yo conocí y viví, pero que se le parece mucho... Un Cádiz con una luz especial y una gente también especial...
Y que nunca olvidaré...

Y leía:

"Aunque nací en Barcelona me he criado en Cádiz. No había cumplido cuatro años, cuando mis padres me llevaron a la blanca ciudad andaluza, abanicada por las palmeras, donde se vivía entonces a un ritmo marinero y cálido, criollo y lento, ameno, dulce, entretenido, luminoso, casi colonial. En mi cuna se oían las sirenas, se olían las especias, bailaban las olas (...). Todo ello doblado por un compás melancólico y un paso indolente: las patios de mármol, finamente despojados de adorno; el olor amargo de la jara caliente que se deslizaba bajo las puertas y ventanas cuando el viento soplaba de tierra adentro; el sentido trágico de la vida sureña (...); la figura impasible de los sufridos burgueses gaditanos -refinados, anglófilos, liberales- que se paseaban con chaqueta blanca y corbata bajo un sol de justicia; y la mirada indescifrable de los pobres de posguerra: perdidos, desocupados, prolíficos, quemados a sol y fuego, injusticiados, dudando entre vivir borrachos o morir hambrientos..."

MAURICIO WIESENTHAL (Libro de Réquiems)

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