domingo, 31 de enero de 2010

SE AFIANZAN LOS SOLES

Decía Orhan Pamuk que "hay que ser libre para recordar". También hay que ser libre para pensar. Porque si recordar es pensar, pensar sólo es posible hacerlo recordando...
Ya las tardes comienzan a ser más largas, más luminosas y más claras. Recuerdo las tardes aquellas de otros tiempos, cuando llegaba febrero, y cuando florecían los primeros almendros; los más adelantados; los más impacientes....
Y también ya uno siente cercana la primavera: los soles no sólo ya se inician antes, al nacer el día; también se ponen ya más tarde, al morir el día...
Es el tiempo en su constancia; es la naturaleza... Y es la libertad para recordar, para pensar y para sentir la tenacidad de la vida...


Poco a poco -al fin- se afianzan los soles. Y también las temperaturas se acompasan a los cuerpos cansados.
Por el sur.

Y cada tiempo transcurrido, cada hora, cada día, me siento más débil para la tristeza.
¿Qué será de mi mañana?...

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