Sólo hay verdad humana si es nueva para nosotros en su modo de no serlo, por estar esperándola sin saberlo... La verdad que no se espera no tiene sitio donde meterse... El disparate es nuevo y es difícil alojarlo donde no sea disparatado...
La creencia fuerte es del joven, como el escepticismo es del viejo... La gran obsesión del hombre es dar sentido a la vida. Muy bien. Pero ese sentido tiene la medida del hombre que se es, hasta en aquellos que ni se han dado cuenta de lo que son...
Ser inteligente es ser desgraciado. El imbécil es feliz. Pero el animal también.
La historia del hombre es la de sus utopías. Pero sin duda, también es la de lo que por ellas se ha conquistado...
Desvía tu inquietud hacia la maravilla de la vida y la vida no se te agotará. Economiza tus "por qués" y tus "para qués" porque, como en la embriaguez, ya solamente te detendrás en la muerte... Acepta la vida, que ya es suficiente para cualquier interrogación. Y entonces podrás dormir porque hay ahí verdad suficiente. Duerme.
Afirmar el optimismo o el pesimismo en lo relativo a la vida es ya afirmar su racionalidad. Pero la vida no tiene sentido, es decir, ni el optimismo ni el pesimismo lo tienen para su comprensión. Porque solamente es fascinante en su milagro absurdo de ser. Diremos que es bella, pero sin ningún sentido. Como todo lo que existe , pero no puede ser entendido...
Saber nos proporciona orgullo, pero nadie nos enseña la razón de ese orgullo, a no ser por el orgullo mismo, aunque el resultado sea doloroso...
El afecto entre padres e hijos también tiene en cuenta la casa en la que viven. Por eso hay que regenerar ese afecto cuando se cambia de casa... Así, ese afecto sólo renace por entero cuando el mito recupera en la memoria a los padres que fueron y la casa en que lo fueron.
Escribir. ¿Por qué escribo? Escribo para crearle un espacio habitable a mi necesidad, a lo que me oprime, a lo que es difícil y excesivo... Escribo porque el error, la degradación y la injusticia no han de tener razón... Escribo para hacer visible el misterio de las cosas. Escribo para ser. Escribo sin motivo.
Llora a gritos como los niños hasta que te agotes. Verás que después te duermes.
La Historia está en huelga... Las artes y las letras. La filosofía. Incluso la política. Todo se ha parado. En nuestro desierto de mitos, el comunismo todavía ha hecho de mito para mucha alma devota y devuelta. Pero el mito ha desaparecido y hoy apenas es la memoria del mayor logro del siglo. Porque un logro tiene la medida de lo que prometía y ha fallado ¿Qué viene después? Nos miramos desorientados esperando que desde algún lado la Historia nos haga alguna señal. No hace ninguna, se interroga como nosotros... Hemos llegado a la fiesta cuando ya ha terminado... La Historia está detenida. Y de ella, mientras no vuelva a moverse, lo que sin duda nos queda es un inmenso bostezo de aburrimiento...
Vergilio Ferreira (PENSAR. Acantilado 2006)
Sin duda, este portugués pessoano, fallecido en 1996 en Lisboa ("la gran verdad de la vida es la muerte. Y un muerto está tranquilo", decía), ya forma parte de mi ser.
Otro muerto más que me acompañará de por vida; una vida que vivo entre muertos, entre sus memorias, individuales y colectivas, y entre preguntas sin respuestas...
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