miércoles, 13 de enero de 2010

¡QUÉ ASCO DE MUNDO!

Siempre -hasta la naturaleza- se ensañan con los más desgraciados, los más pobres, los más humildes...
Y siempre, aquellos humildes, aquellos desposeídos; los más pobres, los que no cuentan, son los que más les rezan a sus dioses para que los salven de sus permanentes males...
¿Y por qué aquellos dioses consienten tanta desigualdad en el mundo, tanta miseria, tanta pobreza?... ¿No decían que venían a salvarlos, a los pobres, a los desgraciados que nada tienen, ni siquiera la vida con una mínima dignidad?...
¿Y por qué aquellos dioses no les ayudan a los que más les rezan y les piden ayuda?...

¿Quién miente?... ¿Quiénes los aturden?....
Por desgracia, conozco sus rostros; por suerte, poco a poco son desmantelados ante la opinión pública mundial... Rouco, el Papa de Roma, los Ayatolás, los discursos represores de la libertad y la verdad...

¿Por qué son siempre los mismos quienes sufren lo insufrible, y por qué otros abundan en lo obsceno para aquellos ojos que no entienden, y que ya no sienten más que odio?...

¿Quienes son/somos los engañados?...
¿Y quienes los responsables de tanta mentira, de tanta indecencia, de tanto desconsuelo?...

¿Y cómo no se nos cae la cara de vergüenza?...
De seguro que seguirán con los mismos cuentos: que Dios los amparará, que Dios sufrió por ellos, que Alá es grande, que Jesús vino a darles ánimo para seguir adelante...

¡Qué asco de mundo!...
Sólo nos queda la mentira como salvación, como refugio, como arma no letal...
Porque la verdad no hay quien la aguante...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios