Pasará así a la historia de los EE.UU., pero como uno de los peores comandantes en jefe de aquel enorme, lejano y envidiable país llamado U.S.A.
Y digo envidiable por su enormemente exquisito sistema democrático, frente a los déficit europeos en nuestros sistemas de listas cerradas y ausencias de primarias: lamentable el espectáculo de hoy en la Asamblea Francesa, reclamando los socialistas mayor debate parlamentario.
Y digo lejano, porque nos cuesta aceptar en Europa un sistema político y social sin apenas amparo de un mínimo estado del bienestar, y que tanto esfuerzo costó crearlo, y que tanto esfuerzo nos va a suponer que siga existiendo tal y como hemos llegado a conocerlo en los países más prósperos del occidente europeo; y en España, sin apenas haber llegado a aquellos niveles del estado del bienestar, ya hay voces solicitando su recorte aprovechando los momentos de crisis que padecemos.
Y una vez más, siento cierta envidia del patriotismo americano, en el buen sentido de la palabra, en el sentido de colectividad. Mientras tanto, aquí en España seguimos con esa politiquilla de pueblo bárbaramente pre-democrático, con vídeos y policías ilegales conculcando el derecho a la intimidad que ampara la Constitución; hasta ahora eran belenes esteban las víctimas y/o los beneficiarios; desde hace poco son los PPros entre ellos, en su encarnizada lucha interna por el poder. Y mientras tanto, también sigue Sebastián dando soluciones: ahora propone que gastemos 150 € en productos nacionales frente a productos extranjeros para mantener el empleo... Los liberales (Sebastián alardeaba de ello) siempre defendían la globalización, ¿por qué ahora defender modelos cuasi autárquicos? ¿No será que no tiene receta alguna? Como aquello de las bombillas de bajo consumo...
Bush se alegra de volver a casa; muchos otros también deberían volver a las suyas...
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