Y sí recuerdo que las primeras veces, cuando la infancia, el mundo se nos hacía mágico en aquel pasadizo de la casa de los abuelos, que daba al patio, que daba al jardín, y donde todas las navidades, aquellos niños del jardín y reboticas disfratábamos cuando el carpintero montaba el enorme belén, y que para nosotros era el más bello que había en el mundo.
CUANDO los días... [Lo que me queda de mis días: diario de un escéptico]
viernes, 2 de enero de 2009
LA NOCHEBUENA
Los que como yo ya no soportamos ciertas manifestaciones colectivas en forma de lo que llaman "tradiciones" (término éste que se utiliza para justificar muchas veces lo rancio y reaccionario que hay siempre detrás de este tipo de manifestaciones), no fue siempre fue así. Como todo en la vida, tuvo su proceso; o mejor, como todo en la vida, tiene que haber una primera o varias veces (la historia del hombre es una constante repetición de sus costumbres) para saber definitivamente que este tipo de manifestaciones colectivas no formarán ya parte de nuestra forma de ser y estar en el mundo.
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