10 noviembre 2002
11,05 horas
Rogelio está canturreando un fado… Lo reconozco: "Partir é morrer um pouco", es su título… Es un fado bellísimo que me lleva siempre a un lugar determinado de Lisboa, a una cierta esquina, a un permanente centro de mi vida emocional…
Y oigo sus pasos…
-Toc, toc… ¿Se puede, Señor?...
-Adelante, Rogelio…
-Buenos días tenga, Señor… Si no me necesita me ausentaré un par de horas: tengo un asunto urgente que atender…
-Buenos días Rogelio… No te preocupes, me las apaño solo, como siempre…
-¡Vaya!, no esperaba esa respuesta tan desdeñosa hacia mi labor…
-Rogelio, no empieces… Sabes que es una forma de decirte que no te veas obligado a atenderme… No sé cuántas veces ni de cuántas formas te lo voy a decir…
-Perdóneme, Señor… Ha sido llegar a España y estoy muy sensible y salto por nada… La crispación de la sociedad parece que ha llegado también a esta casa; al menos en mi persona… Por cierto, ¡qué manera más mezquina de querer seguir mandando en la sombra la del Sr Iglesias negando ahora la posibilidad de que la Sra Díaz consolide el proyecto político que han bautizado SUMA!...
-Querido Rogelio, sabía -y lo dije en su día- que ese proyecto fracasaría por estar precisamente el nefasto Sr Iglesias: otro que junto a Casado y Rivera, el trío de la novedad, están ya quemados para los restos: lo nuevo sólo era pasado… Y entre tú y yo, querido Rogelio, el Sr Iglesias prefiere que gobierne la "derechona" de las Españas antes de que lo vuelva a hacer el PSOE… Ese siempre fue el gran objetivo del antiguo PCE, luego IU y hoy Podemos…
-Señor, no salgo de mi asombro con sus palabras… En mi Portugal querido El Bloco es más responsable. Claro que el Partido Socialista está dirigido por un hombre sensato, reconocido por conservadores como yo… Mientras en España se sigue hablando de Gobierno ilegítimo, un calificativo que denigra al que lo sostiene…
-Así es, querido mío… Por cierto, cantas muy bien… Y como sabes ese fado es uno de mis preferidos si no el que más…
-Gracias, Señor… Lo cantaba mientras terminaba mis asuntos a sabiendas de que le alegraría la mañana…
-Cierto, me la has alegrado… Y además, una querida amiga me ha invitado a pasar el sábado en su casa del campo con amigos comunes… Y eso me ha dado mucha alegría; sobre todo por el hecho de que se haya acordado de mí… No lo olvides nunca, querido Rogelio: lo único de verdad que hay en la vida son los sentimientos, las emociones y la ternura que conllevan… El resto es prescindible…
-Lo sé, Señor. Y que sepa que eso también lo aprendí de usted… Bueno le dejo con sus cosas… Volveré en un par de horas… Buena mañana tenga…
-Ciao; igualmente, buena mañana para ti también…
Y así comenzaba un nuevo día de la vida de Rogelio Garret mientras sonaba el fado PARTIR É MORRER UM POUCO…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios