23,40 HORAS
Llego a casa tras otra noche hermosa en el patio del Museo Thyssen de Málaga…
El profesor Francisco Morales habló de la densa y compleja obra de nuestro querido amigo Juan Ceyles Domínguez que publica en la edad tardía textos que ha ido creando y recreando a lo largo de sus días: más de 5.000 páginas en 10 libros de diversa consideración y contenidos, quizás heterodoxos en tanto a la literatura al uso y del común en este mercado del libro…
Y se ha hablado de la vida, de lo público, del poder, de la política como solución y no sólo como compromiso… Sí, fue otra noche hermosa y con éxito de público en lugar privilegiado…
Pero al llegar a casa, de nuevo la simpleza y vulgaridad de liderazgos incompletos, mezquinos, faltos de hervores y delicadeza… Y sobre todo, con excesivos insultos a la inteligencia, al menos, de la mía, tan limitada y harta…
Y es entonces cuando uno se pregunta que qué sucede; qué nos ha pasado como sociedad para llegar a este tan bajo nivel de debate público… Una Ministra que generaliza con insultos descalificativos a una institución que sabemos y sufrimos de sus deficiencias pero que no se merece ese trato por parte de otro de los poderes fundamentales en toda convivencia democrática… Y de nuevo más fantasmas; más dudas sin destino de luz clara… Y más despropósitos; y más ignorantes opinando de lo que no saben ni se esfuerzan en saber; y que, para colmo, aspiran a dirigir nuestro destino colectivo cuando ni siquiera la capacidad para sus propios destinos personales….
Y así un día tras otro… Y ya puede uno sublimar sus horas, aislarse en sus cosas, imaginarse en otro lugar… No, es estéril: más temprano que tarde te salpica, te duele, te devuelve al mundo, al real, al que siempre te obligan a volver salvo que huyas definitivamente sin destino ni viaje a lugares que no existen…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios