miércoles, 16 de enero de 2019

D.E.P. UN GRAN SOCIALISTA

LOS malagueños de cierta edad recordarán los Almacenes Marmolejo, sitos, entonces, en la Plaza de la Constitución, esquina con Calle Granada, un edificio de cuatro plantas, incluida la baja, y que era el buque insignia de una empresa de complementos: lanas, perfumes, bolsos, etc, y que tenía distintas tiendas por la ciudad y la provincia...
La regentaba Rafael Sánchez Marmolejo, primo hermano de mi madre (su padre fue hermano de mi abuela materna) y que nos quiso, a sus primos/sobrinos como a los hijos que no tuvo...
Aunque era empresario, católico y sentimental, y muy culto, en el fondo era un hombre de izquierdas, anarquista, donde militó en las FAI durante la guerra civil, una guerra que tanto le marcó para siempre... Sus hermanos y él, el mayor de ellos, quedaron huérfanos muy pequeños y los crió la Tía Luisa, hermana de mi abuela, Carmen Sánchez, y donde, en una parte de los bajos de su casa de Coín, el abuelo Modesto, cuando dejó Tolox, trasladó allí su botica... Nosotros, por razones que no vienen al caso, vivíamos en aquella casa con mi madre, salvo durante las semanas escolares que vivíamos en Málaga por mor de los colegios de curas y monjas.
La Tía Luisa vivía en Madrid y sólo bajaba a Coín en verano; y nosotros, en verano, nos íbamos a la casa de Tolox...
El primo/tío Rafael Sánchez venía a Coín todos los fines de semana, donde, en el Molino de Aceite, al que se accedía cruzando la calle que separaba el jardín de la casa con las traseras del barrio, tenía las caballerizas, caballos que compraba a la familia del poeta Muñoz Rojas de Antequera... El tío/primo Rafael era un señor muy atractivo y tuvo muchas amantes (estaba casado, pero fue un matrimonio de conveniencia) y amigo de toda la progresía catalana y malagueña, así como de curas y obispos progresistas ocultos en la Iglesia Católica de entonces... Por aquella casa de Coín pasaron muchos intelectuales, y aunque yo era muy pequeño sí conocí a Alfonso Carlos Comín, que si hoy levantara la cabeza y viese a su hijo huido de la Justicia por mor de la locura de Puigdemont le daba algo...
Como le ha dado a Eduardo Martín Toval, que ayer sufrió un infarto y que ya descansa en paz...
Rafael Sánchez, el primo/tío Rafael, en el año 1973 ¿ó quizás 74?, en octubre creo recordar, en la plaza del Obispo, donde me crucé con él tras salir de la facultad y donde había quedado con amigos, me presentó a Martín Toval, que había venido a Málaga a dar una conferencia y se conocían de hacía tiempo... Y me dijo:
-Sobrino, te presento a Eduardo Martin Toval, un gran socialista...
El primo/tío Rafael Sánchez murió hace ya muchos años. Como todos los comercios de entonces, aquella empresa terminó mal: fue instalarse El Corte Inglés y cambiar todo el hinterland comercial de la ciudad de Málaga, así como los modelos de negocio, cosa por otro lado común en el resto de ciudades del mundo... Sí, todo se fue, pero nunca se fue de mi vida la figura del tío/primo Rafael Sánchez, todo un personaje al que siempre recuerdo con mucha ternura y con una enorme frustración: no haber tenido yo más edad para poder haber disfrutado de sus consejos y sabiduría...
Son tiempos en los que todo se desmorona, menos el olvido...

Foto: Diario Sur

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