miércoles, 25 de abril de 2018

UNA MAÑANA EN ORTIGUEIRA

Esta mañana fui de nuevo a Ortigueira en busca de una tintorería, negocio/servicio que no existe en Cariño.
Y nada más entrar en la tintorería, un señor, una clienta y la encargada o dueña, estaban comiendo un dulce muy típico de Galicia, una coca; un dulce muy parecido a un roscón de reyes, pero gallego, con las harinas de estas tierras y los hábitos de hornear de estas tierras celtiñas...
-Mire, es que esta chaqueta tiene una mancha aquí y este pantalón..., le digo a la señora que me atiende... Y al decirle mi nombre para el albarán, la señora clienta, sentada en un banco del establecimiento, me dice:
-No, si al final vamos a ser parientes!!!...
-Es que se apellida también García, me dice la encargada/dueña (?) de la tintorería...
-Garcías hay debajo de las piedras, les digo...
-¿De dónde es usted?, me pregunta la señora García...
-De Málaga, le digo... Estoy pasando unos días en Cariño, y como allí no hay tintorería, me hablaron de esta...
-Es que Cariño no era concello; pertenecía a Ortigueira, me dice la encargada/dueña (?)...
-Sí, eso he sabido, que fue hace unos 20 años cuando consiguió ser Concello...
-Así es, dijeron ambas...
Ya en la despedida me ofrecieron un trozo de la rica coca...
-No puedo venir a Galicia: me voy con diez kilos más siempre!!!
Y se partían de risas mientras me despedía...
Y andando andando dí con la estación de FEVE, los ferrocarriles de vía estrecha que recorren el cantábrico; y la línea Ferrol-Gijón-Oviedo está operativa; y decidí organizar varias excursiones a Foz y Viveiro para la semana (como dicen aquí en vez de decir para la semana que viene) en tren FEVE...
En el regreso en busca del coche, cojo dos camelias y entro en una panadería: necesitaba pan. La dueña, cobrándome, me pregunta que de donde soy, mientras susurraba ya verás que va usted a ser...
-Soy de Málaga, le dije...
-Ay!, yo tengo una casa en Estepona y voy todos los años en septiembre... Y le digo que estoy viviendo en Cariño; y me dice que ella es de Cariño, y que si nos vemos por el pueblo que me invitará a un café...
Y mientras regresaba al puerto de Ortigueira, donde el coche me esperaba, fui pensando en que aún hay gente que dice que los gallegos son muy suyos...






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