viernes, 28 de marzo de 2014

LAS COSAS DEL CAMPO

"CUANDO FLORECEN LAS ENCINAS, decía, hay que temblar. Se anuda la delicia en la garganta. Pasa como cuando llora un hombre fuerte y maduro, cuando viene un estremecimiento a colmar una plenitud. Hay en ello algo humano, 'sazón de todo'. Igual con las encinas. Con las jóvenes y las viejas, que todas florecen...



"Sé algo de la tierra y sus gentes. Conozco aquélla en su ternura y en su dureza, he andado sus caminos, he descansado mis ojos en su hermosura. Los cierro y la tengo ante mí (...) Todo el campo vuela pausadamente (...) Las encinas solitarias son los dientes que le quedan al campo para mascullar una historia de montes sonoros con grandes encinas y muchas jaras, con sombras apartadas y rincones que nadie había hollado, cuando reinaba la alimaña y tenía libertad la primavera"...

JOSÉ ANTONIO MUÑOZ ROJAS (Las cosas del campo. Pre-Textos. Valencia, 2002)


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios