jueves, 7 de noviembre de 2013

IN MEMORIAM

Cuando me llegan noticias tristes, cuando sé de tragedias, cuando es inevitable una cierta inclinación al espanto, al desamparo, a lo hondo y profundo de un vacío infinito, a lo otro, siempre me voy a Lisboa; bien físicamente, cuando puedo irme, o bien emocionalmente; como esta pasada noche; una larga noche, "sin pegar ojo", subido en el Elevador da Bica que me llevaba desde Cais do Sodré al Mirador de Santa Catarina y al Barrio Alto... Allí, adonde siempre subo cuando llego a Lisboa; allí, desde donde ya todo es bajar a la hermosura del Chiado, a la Rua Garret y a la Baixa de Lisboa...
Una Lisboa que quiso visitar mi querido Zubi; y me pidió guía y recorridos; fue hace unos meses, uno de esos días que me decía que le gustaba leerme cuando hablaba de Lisboa, y que empezaba a amar a Pessoa...

Ayer se nos fue para siempre; adonde nunca el olvido... Se lamentaba Becquer de "qué solos se quedan los muertos"... Pero yo creo que los que siempre nos quedamos solos somos los vivos...

Sí, necesito entrar pronto en Lisboa...

(In Memoriam Rafael Gonzalez Zubieta)

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