martes, 27 de agosto de 2013

TODO PODER ES UN EXCESO

Todo poder es un exceso. Por eso son necesarios los contrapoderes.
A los que consiguen el poder (o lo heredan) se les llama ganadores.
A los que sólo tienen el amparo de los contrapoderes se les llama perdedores...

Todo está en 'El Quijote' de Cervantes; lo sublime y lo ruin; el humor y el drama de la vida...

Y todo está en la 'Casablanca' de Curtiz; la honestidad intelectual de los soñadores y de muchos perdedores; el azar; el amor... Y el olvido -eso que Borges decía que no existía... Y la realidad insoslayable de la tragedia de la vida...

Y también casi todo está en 'El Padrino' de Coppola; el poder y sus formas, todas excesivas y corruptas las más; como la vida misma...

Hoy, cuando van acabando con los pocos contrapoderes mínimos que los perdedores necesitamos para sobrevivir y respirar en esta selva llamada mundo, ya sólo nos quedan, más allá del olvido, unas escasas referencias y unos espacios donde refugiarnos de tanta melancolía...

Y si acaso, la compañía de Pessoa, la 'Amarcord' de Fellini, y Wagner con su coro de peregrinos perdidos y maltrechos en busca de salvación...


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