Como todo domingo que se me precie, amanecí tardío... Aunque extraño de mundo: la luz del sol es inmensamente suave, pero insuficiente...
Muchas veces pienso qué corta es la vida para tanto por hacer; otras, cansado de insistencias estériles, cuando es tiempo de derrotas, de huidas lejanas, de malas noticias inesperadas, dolorosas, crueles; cuando llega la desolación, esa de la impotencia para con la obstinación, con la certeza del miedo y la duda terrible de lo incierto, para entonces uno no quisiera ser testigo; ni mudo, ni quieto, ni solo...
Cuando no hay salidas, más allá de los lamentos, las lágrimas y los miedos...
Si acaso, refugios; como este, donde una vida corta, pero intensa en creación, la de Jeff Buckley, me grita Aleluya!!!
Muchas veces pienso qué corta es la vida para tanto por hacer; otras, cansado de insistencias estériles, cuando es tiempo de derrotas, de huidas lejanas, de malas noticias inesperadas, dolorosas, crueles; cuando llega la desolación, esa de la impotencia para con la obstinación, con la certeza del miedo y la duda terrible de lo incierto, para entonces uno no quisiera ser testigo; ni mudo, ni quieto, ni solo...
Cuando no hay salidas, más allá de los lamentos, las lágrimas y los miedos...
Si acaso, refugios; como este, donde una vida corta, pero intensa en creación, la de Jeff Buckley, me grita Aleluya!!!
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