viernes, 3 de octubre de 2008

LOS LIBRA

Dicen de nosotros, los Libra, que somos tan variables como luchadores por conseguir el equilibrio de aquellas varianzas. En cualquier caso, me afectan tanto las contrariedades, por pequeñas que éstas sean, que a veces no me reconozco en mi buscada fortaleza ante las más banales desavenencias cotidianas... Y si encima, aquellas pequeñas contrariedades vienen acompañadas de dolorosas miserias humanas y cercanas (enfermedades, recaídas, hospitales, etc), para entonces me encuentro sólo y dolido frente al mundo. No soy nada, entonces; sólo un alma desamparada y tristemente melancólica, que no acepta la derrota de la realidad ante el mundo...
Y se me nota tanto mi malestar ante la vida, ante el mundo y ante los hombres, que los más prójimos, los más queridos, suelen también pagar sus consecuencias. Son los desencuentros; son las absurdas discusiones; son los sobresaltos desmedidos e inoportunos... Son las detestables maneras de un alma derrotada...
Al cabo, cuando ya no tenemos remedio, me hunde sobremanera la conciencia del error, del exceso, de la amargura y el desconsuelo del horror ante lo acontecido. Y ya sólo el tiempo sanará la herida tan profunda como mezquina y espantosamente detestable...
Para entonces, las cosas sencillamente agradables nos devolverán la calma y el sosiego, en un reencuentro con la laxitud y la suavidad necesarias para sobrevivir tras tantos desencuentros. Como esta mañana, hermosa y radiante, que me permitió pasear cerca del mar y me permitió, también, ver la felicidad en forma de ola que se acercaba a la tierra para abrazarla...
Dicen que nosotros, los Libra, somos muy variables...

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