El mundo anglosajón termina siempre imponiendo sus pautas, como corresponde a la cultura dominante en el país más poderoso del mundo. Y así, en Europa y en España cada día asistimos más a constatar cómo aquellas pautas, tanto en lo económico como en lo social y sus aledaños de la moral y la decencia, se nos van imponiendo como lo correcto.
Y si de algo hace gala la cultura anglosajona es de su doble juego en lo que a decencia se refiere, para así aparentar exteriormente como correcto lo que en su vida privada e internamente podríamos llegar a definir como incorrecto, o indecente o inmoral... Esa doble moral, ese doble rasero de la decencia, de lo correcto, poco a poco se nos va haciendo consustancial en nuestras vidas...Cosa que debemos rechazar de plano: el mundo latino siempre ha llevado a gala su nobleza moral, aunque se cometan excesos, frente a esta moralina de la falsa decencia de puertas para afuera y de exigencia para con los demás, menos con uno mismo... Y esto hay que denunciarlo: basta ya de la doble moral; una para con uno, y otra para con los demás...
Estas reflexiones me vienen provocadas por la doble moral, la doble decencia, del indecente ex gobernador americano de Nueva York (según su inflexible quehacer como fiscal) que antes de ser gobernador, siendo fiscal, acusó a muchos/as de practicar la prostitución, y que ya siendo gobernador ha sido pillado "in fraganti" haciendo de putero... Un putero de putas muy caras, haciendo uso de fondos de la campaña electoral, y con fraude fiscal de por medio...
Esa es la doble moral, la doble decencia y la doble corrección que se nos está implantando a marchas forzadas en nuestra vida social y cultural, y que tantos defensores tiene...
