jueves, 13 de marzo de 2008

ENROCAMIENTO

El PP se ha enrocado: una forma sutil de aplazar decisiones, de ganar tiempo para nada... Tarde o temprano el PP tendrá que sortear una profunda y arriesgada renovación. La historia así lo dice: Fraga, Hernandez Mancha, Aznar y Rajoy... Y Felipe, Almunia, Borrell y ZP... La diferencia entre Rajoy y ZP, en cuanto a lo que supone de renovación de un partido, es que Zapatero nació de un congreso, democráticamente, y de entre varios candidatos; en cambio, Rajoy está pendiente de ese congreso, pues salió elegido por el soberbio (que no extraordinario) Aznar y tiene, además, la rémora de dos elecciones ya perdidas frente a Zapatero.
Por tanto, oscuro panorama tiene Rajoy como futuro, aunque, reitero, intenten ganar tiempo dado que el resultado electoral no ha sido de terrible derrota, al crecer en votos y escaños.
Y todo ello con este añadido análisis que hace el editorial de EL PAIS de ayer. Dice así:

Más allá de las palabras gruesas y las acusaciones desaforadas que el PP ha introducido en el debate político en España, y hacia las que Rajoy no ha hecho ascos durante estos cuatro años, los populares han hecho la oposición propia de unos aprendices de brujo. Pretendiendo utilizar a su favor la acción de algunos grupos de presión, así como los medios amarillistas embarcados en fabulaciones sobre los atentados del 11 de marzo, o un sector de la jerarquía católica, el PP ha terminado la legislatura convertido en su rehén. Es lo que le ha sucedido, también, con la Asociación de Víctimas del Terrorismo, bajo la presidencia de Francisco José Alcaraz, que los populares habían creído controlar como un ariete lanzado contra el Gobierno. Cuando Rajoy ha querido modular su mensaje por razones electorales, el vendaval de extremismo que él mismo había contribuido a desencadenar le ha impedido cualquier retroceso. Hasta el punto de que los más firmes partidarios de la línea de dureza sin escrúpulos, con Esperanza Aguirre en un papel estelar, no han tardado ni 24 horas en lanzar su artillería contra la permanencia de Rajoy al frente del PP.