sábado, 22 de marzo de 2008

¿HASTA CUANDO?...

¿Hasta cuándo hemos de aguantar tanta podredumbre de la moral dominante frente a tanto desamparo?... ¿Al menos la degradación, el enorme dolor y la tremenda soledad de un ser humano concreto, que sufre como sólo él lo sabe, no merece siquiera ponerse en su lugar por un momento, aunque sólo sea por compasión?... ¿Hasta cuándo nos vamos a quedar callados frente a tanto despropósito, tan cruel para el alma como para el cuerpo?...
Viene esto a colación de la noticia de la muerte de la francesa Cantal, caso muy parecido al de Ramón Sampedro. Esta es la noticia:

"Chantal Sébire, la francesa de 52 años víctima de un tumor en la cara no operable y que la deformaba al tiempo que le causaba grandes dolores, apareció muerta ayer tarde en su casa, vecina a la ciudad de Dijon (Francia). Las causas del fallecimiento aún no han podido ser determinadas. La edición electrónica del diario regional Le Bien public fue el primer medio de comunicación en revelar el desenlace. Chantal Sébire había pedido a los médicos y a la justicia que le suministrasen una inyección letal -de penthotal- que la liberase del dolor y la degradación física, demanda a la que no habían podido acceder dado que la actual legislación francesa no contempla en ningún caso la posibilidad de la eutanasia activa".

Afortunadamente, el debate en Francia tendrá consecuencias más pronto que tarde, pues al parecer, la responsable de asuntos familiares del gobierno francés, Nadine Morano, es partidaria de la eutanasia activa y de modificar la ley de 2005 que ya autoriza la eutanasia pasiva -a dejar morir- a los enfermos incurables y en fase terminal, y el ministro de Exteriores, Bernard Kouchner, médico en otra época, también es favorable a hacer una excepción respecto a la ley.

¿Hasta cuándo hemos de aguantar tanta podredumbre de la moral dominante?