¡Qué fullera y vil es la España eterna!!!
Nunca sabrá reconocer nada meritorio en personas ajenas al españolito que llevamos dentro. Nos corroe la envidia, la prepotencia, la maldad...
Como si el mundo nos fuese ajeno en los demás y sólo propio en nuestra nimiedad; como si fuera de mí, la nada... Esa nada que somos en el mundo y que impide llegar a ser algo...
Sí, nos mata la miseria intelectual de la ignorancia y su cobardía en forma de crueldad: somos crueles, somos míseros, somos asesinos de toda esperanza... Y somos incapaces de construir una historia colectiva plasmada en acuerdos, en consensos, en educación, en respeto, en solidaridad: ¡Cuantas veces se nos repite todo y nunca aprendemos de nada!!!
Y se vuelve a repetir la eterna tragedia española: la de la maldad, la ignorancia y la tragedia colectiva... Sólo sabemos de garrotes, de voceríos, de gritos y de fanfarronerías... Y siempre las dos España, a cual más inculta y más bárbara...
Y así nos va...
Nunca sabrá reconocer nada meritorio en personas ajenas al españolito que llevamos dentro. Nos corroe la envidia, la prepotencia, la maldad...
Como si el mundo nos fuese ajeno en los demás y sólo propio en nuestra nimiedad; como si fuera de mí, la nada... Esa nada que somos en el mundo y que impide llegar a ser algo...
Sí, nos mata la miseria intelectual de la ignorancia y su cobardía en forma de crueldad: somos crueles, somos míseros, somos asesinos de toda esperanza... Y somos incapaces de construir una historia colectiva plasmada en acuerdos, en consensos, en educación, en respeto, en solidaridad: ¡Cuantas veces se nos repite todo y nunca aprendemos de nada!!!
Y se vuelve a repetir la eterna tragedia española: la de la maldad, la ignorancia y la tragedia colectiva... Sólo sabemos de garrotes, de voceríos, de gritos y de fanfarronerías... Y siempre las dos España, a cual más inculta y más bárbara...
Y así nos va...
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