En el Puerto del Bujeo se halla el Mirador de Tarifa, del Estrecho... Y desde allí, los días claros como era el de hoy, se puede ver, con cierta nitidez, Ceuta; pero lo que se ve con claridad meridiana es parte de las costas de Marruecos. Y, sobre todo, uno se obliga a reflexionar sobre el mundo, la vida y las cosas esenciales del hombre: apenas 14,4 Km y tanta distancia social, política, económica; apenas nada de aguas, y todo un espanto de miseria y desprecio a la vida...
Siempre he reflexionado sobre lo que llamo las tres "eses": Salud, Suerte y Solidaridad... Teniendo estas tres eses el hombre tiene todas las papeletas para sentirse orgulloso y digno de vivir en paz y en libertad... Y así, si sin salud no somos nada, sin suerte podemos caer en el abismo, como nacer en un lugar no deseado del mundo, donde apenas sobrevivir es el fin... Y cuando sientes que hay muchos seres humanos sin salud y sin suerte, y tan cerca de ti, la condición humana, noble y digna de aquella condición, debe llevarnos a la solidaridad como principio fundamental de subsistencia de una colectividad y de su futuro como ciudadanos honestos, libres e iguales para la vida...
Hoy, en el regreso, me detuve, como siempre que por aquí paso, en el Mirador del Estrecho, en el Puerto del Bujeo, donde renové una vez más mi afición por las tres "eses": Salud, Suerte y Solidaridad...
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Siempre he reflexionado sobre lo que llamo las tres "eses": Salud, Suerte y Solidaridad... Teniendo estas tres eses el hombre tiene todas las papeletas para sentirse orgulloso y digno de vivir en paz y en libertad... Y así, si sin salud no somos nada, sin suerte podemos caer en el abismo, como nacer en un lugar no deseado del mundo, donde apenas sobrevivir es el fin... Y cuando sientes que hay muchos seres humanos sin salud y sin suerte, y tan cerca de ti, la condición humana, noble y digna de aquella condición, debe llevarnos a la solidaridad como principio fundamental de subsistencia de una colectividad y de su futuro como ciudadanos honestos, libres e iguales para la vida...
Hoy, en el regreso, me detuve, como siempre que por aquí paso, en el Mirador del Estrecho, en el Puerto del Bujeo, donde renové una vez más mi afición por las tres "eses": Salud, Suerte y Solidaridad...
Al lado de mi mesa, en la terraza del restaurante donde como, en Tarifa, tengo a unos señores con pinta de grandes ex-hippies. Hablan tan alto que a veces consigo oírles. Y dice el más mayor, al menos de aspecto:
-"Soy un avaro del tiempo", y continúa diciendo que teme que se le acaba el tiempo y de ahí su avaricia ilimitada...
Mientras me ponen un café que me acompañan con una pincelada de un exquisito tocinillo de cielo, concluyo que conozco perfectamente ese sentimiento, al modo abismo: sólo somos tiempo y ya ha tomado la última curva del declive...
-"Soy un avaro del tiempo", y continúa diciendo que teme que se le acaba el tiempo y de ahí su avaricia ilimitada...
Mientras me ponen un café que me acompañan con una pincelada de un exquisito tocinillo de cielo, concluyo que conozco perfectamente ese sentimiento, al modo abismo: sólo somos tiempo y ya ha tomado la última curva del declive...
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