Alfonso Guerra ha anunciado que deja la política en activo. Siempre admiré su inteligencia y su capacidad para transmitir lo que la gente espera siempre de un líder político, más allá de los sesgos y medias verdades que hay en todo discurso de aliento.
Y es curioso cómo ha pasado a la historia del socialismo español siendo el más alto representante del ala progresista, más izquierdista, cuando ha sido el gran hacedor de los grandes y necesarios pactos de la transición y que posibilitó los mejores años de nuestras vidas en términos democráticos y de bienestar social.
Incluso cuando la deriva nacionalista del PSC de Maragal que optó por un estatuto del tripartito que estaba fuera de la Constitución, su buen hacer, como Presidente de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, centró aquel estatuto y lo hizo constitucional; más allá del recurso PPro que le traía votos a los nacionalistas españoles y que con el fallo del Constitucional ha llevado al callejón sin salida de la Cataluña actual, toda vez había sido refrendado por el pueblo catalán y aprobado por la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados.
En suma, el hombre clave de los grandes consensos constitucionales de este nuestro país deja la política; hoy, cuando más falta hacen hombres como él capacitados para los grandes consensos que tenemos por delante si queremos seguir viviendo en paz y en libertad.
Alfonso Guerra representó de manera excelente su papel como hacedor y constructor de la democracia española. Mi admiración y respeto, pues, hacia su figura.
La democracia es consenso, pacto, acuerdos... Sin ellos nunca habrá libertad, paz y bienestar.
Y es curioso cómo ha pasado a la historia del socialismo español siendo el más alto representante del ala progresista, más izquierdista, cuando ha sido el gran hacedor de los grandes y necesarios pactos de la transición y que posibilitó los mejores años de nuestras vidas en términos democráticos y de bienestar social.
Incluso cuando la deriva nacionalista del PSC de Maragal que optó por un estatuto del tripartito que estaba fuera de la Constitución, su buen hacer, como Presidente de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, centró aquel estatuto y lo hizo constitucional; más allá del recurso PPro que le traía votos a los nacionalistas españoles y que con el fallo del Constitucional ha llevado al callejón sin salida de la Cataluña actual, toda vez había sido refrendado por el pueblo catalán y aprobado por la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados.
En suma, el hombre clave de los grandes consensos constitucionales de este nuestro país deja la política; hoy, cuando más falta hacen hombres como él capacitados para los grandes consensos que tenemos por delante si queremos seguir viviendo en paz y en libertad.
Alfonso Guerra representó de manera excelente su papel como hacedor y constructor de la democracia española. Mi admiración y respeto, pues, hacia su figura.
La democracia es consenso, pacto, acuerdos... Sin ellos nunca habrá libertad, paz y bienestar.
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