viernes, 15 de marzo de 2013

HABEMUS PAPAM

Un edificio que amenaza ruina no debería tener mayor importancia, salvo los que habiten ese edificio. El problema es que el poder de ese edificio contamina a toda la urbanización...
¿Acaso la lentitud del desarrollo científico, la investigación de determinadas enfermedades, por ejemplo, así como determinados tabúes como la eutanasia y su prohibición prácticamente en todo el mundo, no son fruto del poder de este edificio?
Tamayo, un teólogo progresista, sostiene que "hay que implicar a todos los católicos y católicas, darles voz y voto"; no soy creyente, pero participo de esta idea: no es de recibo el oscurantismo de este poder; un poder que recibe subvenciones públicas y obstruye el desarrollo de la sociedad civil en todos sus ámbitos. Y precisamente por tener ese poder es por lo que le dedico ocupación y preocupación...
http://www.infolibre.es/noticias/opinion/2013/03/12/la_iglesia_edificio_que_amenaza_ruina_1054_1023.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios