viernes, 15 de marzo de 2013

HABEMUS PAPAM II

"La luz se ha vuelto negra
y se ha borrado el mar"
FRANCISCO BRINES

Habemus Papam...
Siempre me dio miedo la iglesia católica. Los que éramos ( y aún somos) débiles no entendimos (y seguimos sin entender) por qué nos castigaban tanto los curas aquellos que tuvimos que padecer, y nunca hemos perdonado el temor que nos producía entrar a diario en el colegio, un temor que se convertía en pánico pues eran, a veces, demasiadas veces, tan crueles que usaban aquello de dejarte en ridículo ante tus compañeros para así castigarte por cualquier tontería... Y no era un castigo por falta de aplicación (siempre saqué buenas notas), sino más bien por disciplina imposible ante un ser como yo, inquieto y nervioso en alto grado (la genética, dicen).
Con los años supe hasta dónde la historia de la iglesia católica había desvirtuado el discurso y el origen de su nacimiento, así como se había convertido en el poder manipulador de las conciencias libres para garantizar la reproducción del establecimiento y evitar cambios en los hábitos y costumbres. Y así, siempre se opuso al desarrollo científico y a la concepción vitalista de la vida atando y reprimiendo toda conquista social que supusiera libertad intelectual para pensar otro mundo distinto y poder alcanzarlo. La iglesia católica ha sido siempre el freno para el desarrollo de la libertad humana en todos los ámbitos de la vida.
Y con los años, y con experiencias reales reprimidas unas y consentidas otras, también llegamos a saber que había parte de esa iglesia que luchaba por recuperar el discurso original de liberación de los oprimidos (los teólogos de la liberación), y cuyos representantes fueron perseguidos por los poderes del Vaticano y por los poderes civiles de sus propios países donde llevaban a cabo su actividad religiosa. Hubo curas y obispos asesinados en América Latina y en otras partes del mundo; en cambio, los curas y obispos más beligerantes enemigos de aquellos teólogos de la liberación, y que constituyeron sectas y discursos radicalmente opuestos a los originarios de aquel que nació en Belén (Opus, Kikos, Legionarios de Cristo, etc, con mezclas de seglares para ejercer así mejor su función represora) fueron acogidos en Roma como ejemplares...
Para colmo, siguen con su oscurantismo en sus decisiones sobre sus cuadros y dirigentes; y claro, como tienen tantos escándalos dentro y fuera de la iglesia, pues eso, a tapar... Y van, encima, y eligen a un argentino de origen italiano (mezcla explosiva), conservador y envuelto en agrias polémicas colaboracionistas con la dictadura de Videla y compañía...
Pues eso, que los débiles no olvidamos y nos echamos a temblar...

P.D. Respeto profundamente a todo el que cree en algo o alguien. Pero entiendo que sus creencias no están reñidas con las críticas al poder de una institución que se crea para otros fines que los de propagar la fe; esa fe que tienen muchos amigos a los que respeto. Pero permítaseme que critique con toda mi radicalidad el papel de la iglesia de Roma: sólo ha sido un freno al desarrollo de la libertad humana. Y desde luego, ejemplo de los cardenales y obispos movilizando al electorado PPro en contra de derechos conseguidos en las urnas y en leyes civiles (cada vez que veo al español ese de Madrid convocando a manifestaciones por el derecho a la vida y otras lindezas, me parece ver al diablo con faldas) deja mucho que desear, y como decía Mahler, el ejemplo es la mejor educación.

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