sábado, 19 de abril de 2008

LA PRIMAVERA

La primavera se resiste por el Sur, y se me derrumban las horas... Porque en este asunto del vivir, nos superan, demasiadas veces, las cosas más sencillas, o las más cercanas incertidumbres.
Y nos encontramos, para entonces, desnudos; como cada amanecer, como cada instante sin su luz. Y pareciera como si nada hubiese sido; o, quizá, simplemente, como si todo hubiese muerto.
Porque ni tú ni yo, ni nadie, vino al mundo a saberse vivo; porque ni tu ni yo, ni nadie, estábamos preparados para esto de vivir...

Al fin, el viento se lleva consigo las nubes; pero no trae la calma: los árboles bailan, mientras silban los aires.

Un día más, la primavera se resiste por el Sur, y se me desmoronan las esperas...

p.d.
La soledad no me hace más fuerte; tampoco más feliz... Pero la soledad me impide ser más débil, y también me impide ser menos dichoso...