miércoles, 16 de abril de 2008

LA INDECENCIA DE OCCIDENTE

Con motivo del paseo de la antorcha olímpica por el mundo occidental hasta llegar a la China, constatamos hasta qué punto la indecencia de nuestro mundo occidental es capaz de hacer gala... Porque si a la hora de localizar empresas occidentales en la China, los parabienes de occidente para con aquel país nos han parecido siempre excesivos, no entendemos por qué ahora occidente se declara, en gran medida, objetor de aquellos juegos por la falta de libertades públicas en aquel enorme territorio. Y entonces recordamos la película Casablanca, cuando el corrupto Prefecto de Policía, por presión de los nazis allí localizados decide cerrar el local de Rick, según dijo, porque descubre que allí se jugaba clandestinamente, cuando noche tras noche recibía su comisión por permitir el juego en el local de Rick. Lo de siempre, la doble moral cargada de cinismo colectivo...
Esa indecencia del Prefecto de Policía de Casablanca se repite diariamente en occidente...
¿Cómo los americanos pueden denunciar a China por no salvaguardar los derechos humanos, ellos que tienen la patata caliente de Guantánamo, o de Irak?
¿Acaso no hay deficiencias de derechos humanos prácticamente en el mundo entero, salvo, quizá, algunos países de occidente, es decir, una mínima parte del mundo?
¿Y por qué le encargaron a China la organización de unos JJ.OO. sabiendo como sabían que allí no se respetan los derechos humanos más elementales?
¿Y por qué occidente no veta la inversión extranjera en China?
Lo dicho... La indecencia de occidente es ilimitada.