martes, 15 de abril de 2008

LA GRAN MENTIRA DEL MUNDO DE HOY

ASÍ COMIENZA SU ARTICULO DE HOY EN EL PAIS ULRICH BECK, sociólogo y profesor de la Universidad de Múnich y la London School of Economics:

"...Entran en escena los neoliberales del núcleo duro, quienes ante el peligro se han convertido de repente desde la fe en el mercado a la fe en el Estado. Ahora rezan, mendigan y suplican para ganarse la misericordia de aquellas intervenciones del Estado y de las donaciones multimillonarias de los contribuyentes que, mientras brotaban los beneficios, consideraban obra del diablo. Qué exquisita sería esa comedia de los conversos que se interpreta hoy en la escena mundial si no tuviera el resabio amargo de la realidad. Porque no son los trabajadores, ni los socialdemócratas o los comunistas, ni los pobres o los beneficiarios de las ayudas sociales quienes reclaman la intervención del Estado para salvar a la economía de sí misma: son los jefes de bancos y los altos directivos de la economía mundial"...

Y también una de las grandes mentiras que seguimos padeciendo los ciudadanos corrientes es aquello de que los políticos están en ello, en la política, por amor a su tierra, a sus conciudadanos y para servirles en la conquista de su felicidad y bienestar... Y desde tiempos inmemoriales hemos asistido a todo tipo de prototipos de políticos; desde dictadorzuelos de medio pelo, a verdaderos dictadores que no sólo causaron terror a media humanidad, sino que provocaron grandes holocaustos, como el de Hitler, y otros a lo largo de la historia, hasta lamentables personajillos que se endiosaron con el poder, como aquel hombre de Valladolid que se creyó emperador de las Españas y que acabó refugiándose en los consejos de administración de los poderosos a los que sirvió como tonto útil... O aquellos, prototipos de políticos italianos, que usan la política como refugio judicial de sus fechorías en la vida civil... ¡Qué pena de Italia!... ¡Así les va!...
En el camino también se han quedado muchas ilusiones puestas en líderes que en su día fueron importantes para la modernización de ciertas partes del mundo. Así, algunos políticos de la IIª República, que acabaron enfrentándose en una terrible guerra incivil... O Felipe González, que tras modernizar este país acabó rodeado de toda la corrupción que con su desdén consintió...
Y ciertamente, pocos o ninguno ha pasado a la historia por aquello de lo que siempre presumen: lo de amor a su tierra, a sus conciudadanos y para servirles en al conquista de su felicidad y/o bienestar... Me queda un recuerdo de Salvador Allende, y poco más...
Y es que el argumento de que los políticos están en política por el amor al prójimo, y para servirle, forma parte también de la gran mentira del mundo de hoy... Curiosamente, cuando los ciudadanos les dicen que ya están cansados de que los salven y les niegan el voto, no se van, siguen amarrados a la gran mentira de su mera ambición personal de poder, económico o social...