SOMOS SOLOS Y SOLOS SEREMOS NADA...

Eran los 70 del pasado siglo... Cuando los años de aprendizaje, un aprendizaje que al cabo sabemos ya muy limitado y sesgado siempre...

Pronto llegará el otoño un año más, un tiempo más, para corroborar que seremos más viejos y para constatar que toda experiencia de vida es única e irrepetible: sólo lo creado por el hombre perdura, ciencia o arte; todo lo demás es siempre iniciático: nadie nos habló de qué era esto de vivir, qué era aquello de amar; ni nadie por qué era necesario amar...

Y tuvimos que aprender a amar, a vivir, en soledad; y a querer amar y a querer vivir sin saberlo... Nadie nos enseñó... Mi generación, y me temo se repite, estuvo repleta de padres pudorosos, ineptos, convulsos de mundos crueles y temerosos de una vida en silencios de derrotas...

Pero aquellas canciones, aquellos libros, aquellas películas que otros hombres y mujeres ya hicieron antes con sus experiencias de vida, suplieron ausencias y al cabo fuimos aprendiendo que esto del vivir, que aquello de amar, era inevitablemente necesario experimentar y sentir en soledad...

Somos solos y solos seremos nada...