lunes, 19 de agosto de 2024

POR ENTONCES YA TE CONOCÍA...

Siempre me gustaron las tardes-noches cuando llegaba el otoño… Las mañanas, por el contrario, las encontraba tan menesterosas siempre que me impedían disfrutarlas: eran los años de las obligaciones y los asuntos...
Pero, al cabo, siempre llegaban aquellas tardes, cuando el crepúsculo anunciaba el espectáculo de la vida y los cielos se disfrazaban de colores y tonos imposibles por hermosos, y todo el conjunto se convertía en un prodigio insuperable de belleza, sosiego y bienestar…
La noche, entonces, poco a poco llegaba en silencio y, como aquellas mujeres que nos conmovieron y se nos agarraban fuertemente a nuestras entrañas, el mundo se nos presentaba con toda la vida por delante y todo su empeño en aquel tiempo también…
P.D. Yo ya te conocía por entonces...



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