domingo, 2 de octubre de 2022

EN UN NUEVO ANIVERSARIO...

MI PATRIA ES MI MEMORIA

Yo nací el 1 de octubre. Yo nací en otoño… Fue un año bisiesto y era miércoles… Un día, ya adulto, me dijo mi madre que llegué al mundo de madrugada. Y cuando por primera vez supe de las afueras, todo estaba oscuro, gris en los adultos cabizbajos que en silencio pasaban por las calles… Fue entonces cuando supe que no me gustaba el mundo que vi…
Fue mucho más tarde cuando empecé a amar el mundo, la vida; sí, muy tarde, demasiado tarde: la infancia no la recuerdo feliz; pero sí libre en el jardín afrancesado de aquella casa de los abuelos maternos y la Tía Luisa; aquella casa que olía a rosas y mandarinos, con palmeras altas que se divisaban desde todas las afueras… O en el otro jardín más grande, el del campo de Tolox, que olía a junco, a higuera y a trigo, y por donde pastoreábamos las ovejas de Juan “El Bote” hasta llevarlas a beber al río…
Todo lo demás me era extraño y doloroso: la ciudad de Málaga sucia, maloliente, camino del colegio de los malvados y torpes curas, siniestros seres que sólo sabían crear temor, maltratando, castigando y exigiendo imposibles; al cabo los perdoné: también fueron víctimas de un tiempo y una historia…
Pero no, nunca sentí ternura alguna en las aulas de aquel lugar… Ni la más mínima compasión: allí todo me fue extraño, sórdido, doloroso...
Sí, yo empecé muy tarde a amar la vida y, por desgracia, muy pronto a conocer la muerte y sus asuntos… Sólo tuve la ayuda del silencio de toda mi soledad (supe muy pronto que siempre estaríamos solos) y el calor, la dicha y la ternura de toda mi gente…
Y aquí sigo, cuando aún no me creo haber alcanzado esta edad cierta, -que no cierta edad; cuando nunca pensé llegar a ella y cuando aún soy la vida; con mi tiempo y en mi tiempo, eso que soy y seré hasta la nada toda, la sigilosa sombra que llegará de manera inevitable y sin solución…
P.D.
Recuerdo siempre que mi madre era la primera en felicitarme, pero desde que ella no está, hace ya muchos años, es Facebook el que me recuerda que ya tengo una edad peligrosa para algo tan hermoso como estar vivo y querer seguir estándolo…
La vida dicen que es larga pero se nos va deprisa, sí; y urgente siempre… Aquí, pues, seguiré; quizás como huidizo; o quizás pensando qué me deparará el escaso tiempo que ya me va quedando cuando aún todas las incertidumbres y pocas certezas...
Sí, aquí seguiré; con las mismas ganas de levantarme cada día para seguir construyendo una historia, la de mi vida. No será, quizás, una hermosa ni gran historia, pero será la mía, que, inevitablemente, comparto en gran parte con todos vosotros, los que me leéis, los que me seguís, mis amigos, mi gente...
Decía Albert Camus que "envejecer es pasar de la pasión a la compasión"... Pues eso...
Gracias a todos por formar parte de mi mundo en un día como el de hoy cuando años atrás (demasiados ya) fue el comienzo de algo que inevitablemente acabará en el olvido que seremos… No le he temido ni le temo nunca a la muerte; el dolor de la muerte siempre es el de la muerte ajena; pero sí le temo a sufrir mientras llega… Por eso lo tengo por escrito como defensor que soy de la eutanasia: repito, el dolor de la muerte es la muerte de los otros, aquellos que amamos y que de repente nos dejan… En cualquier caso, hoy celebraré la vida que me fue dada como a diario hice y hago siempre desde que vine a este loco pero hermoso mundo…

“E la nave va”…



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