jueves, 1 de agosto de 2019

DE NUEVO EN GALICIA...

Eran las 18 horas y al fin entraba en la casa de la hermana gallega que me acogerá en sus hermosas estancias...
Escogí bien los días para el viaje. Anoche, en Zafra, salí a cenar (tapear) sobre las 21 horas y hacía frío en mangas de camisa...
Justo muy cerca del hotel encontré un lugar ideal donde llevar a cabo el tapeo-cena... Y me atendió una mujer muy joven y enormemente bella... Claro que me dije: -qué pena, tendría que estar estudiando; o quizás estudia y en verano saca unos cuartos para ayudar a su gente o para sus antojos...
Sus ojos eran tan profundamente hermosos que no les quitaban ojo los míos... Y sus proporciones... Claro, fue hablar y es cuando descubres la injusticia total...
Y es que todo es la educación y su ausencia... Y me reafirmé en mis convicciones: la única igualdad en la que creo es la igualdad de oportunidades... Y sin esta igualdad todas las demás son imposibles. Aquella mujer de anoche de haber nacido en otra familia hoy estaría disfrutando de sus vacaciones y se estaría preparando para poder alcanzar sus deseos profesionales y vitales, en vez de poner copas en un bar...
Al cabo, con mi mala conciencia pedí la cuenta y me fui a la cama un bastante desconsolado y triste... Porque la vida es muy injusta y aquella mujer de anoche me hizo reafirmarme en mis convicciones..
Y al llegar hoy a Galicia, 24 º marcaba el coche... Y en los lugares donde paré a estirar piernas y tomar café y colas, hacía no más de 22 º de temperatura... Y constatar una vez más cuán soberbia es la España del oeste, bordeando siempre mi Portugal querido...
Definitivamente, el calor es una vulgaridad...
P.D. La cocina de mi hermana tiene recuerdos míos...

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