Lo he contado alguna vez; a él, en directo, no lo vi nunca: a ella, sí...
Fue en Lyon, en la primavera de 1971, aquella primavera que pasé sus meses en Francia: había terminado Preu en el mes de Febrero de aquel año, y como regalo (aprobar Preu era una hazaña que en mi casa se premiaba) me fui a mi querida Francia...
Fue en Lyon, en la primavera de 1971, aquella primavera que pasé sus meses en Francia: había terminado Preu en el mes de Febrero de aquel año, y como regalo (aprobar Preu era una hazaña que en mi casa se premiaba) me fui a mi querida Francia...
Recuerdo aquel escenario de aquel polideportivo de Lyon donde en más de dos horas Joan Baez actuó; estaba repleto de pancartas que pedían la libertad para España y la amnistía para sus presos políticos...
Yo tenía 18 años y todos mis sentidos a flor de piel...
Luego, en días sucesivos vino mi primer París, donde pasé unos días de aquel año. Recuerdo que a más de 20 Km, por la carretera ya se divisaba la cúpula de la Torre Eiffel, una escena que aún hoy, al recordarla me emociona como entonces...
Luego, en días sucesivos vino mi primer París, donde pasé unos días de aquel año. Recuerdo que a más de 20 Km, por la carretera ya se divisaba la cúpula de la Torre Eiffel, una escena que aún hoy, al recordarla me emociona como entonces...
Por entonces, en España, la gente de mi edad apenas salía de España por placer... Los más lo hacían para buscarse la vida (la emigración española qué pronto ha olvidado cuando solicita expulsar a los que aquí llegan en busca de un futuro que no tienen en sus países de origen) y, en cualquier caso, más tarde, tras hacer la mili y poder irse a Suiza, a Francia, a Alemania...
Recuerdo también cómo en el pasaporte se señalaba que no podía ir a una serie de países: todos los del bloque soviético y alguno más de regímenes comunistas...
No, nunca he olvidado aquella primavera de mi vida...
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