lunes, 6 de noviembre de 2017

UNA ESPERANZA

Josep Borrell ha señalado en varias ocasiones que gracias a la aplicación del artículo 155 de la Constitución las empresas catalanas que han huido de Cataluña sólo lo han hecho de sede social, y que, de no haberse aplicado el 155, como muchos han solicitado (o dudado de su oportunidad) se hubiese ido también la producción...
Muchos son los que dijeron y siguen diciendo que ni DUI ni 155; y lo siguen reiterando, reivindicando, ofreciendo la alternativa de las vías de diálogo... Pero, ¿acaso es incompatible aplicar la Constitución y dialogar?
Claro que sí, diálogo todo el del mundo: eso es la democracia, alcanzar acuerdos, llegar a consensos en sociedades complejas como la española!!!
¡Pero no se puede dialogar con los que han escenificado la DUI, que lo han hecho, para más inri, saltándose la Constitución y el Estatut a través de un golpe de Estado civil, y, como remate final, el máximo responsable de todo este tremendo desastre se ha fugado de la Justicia!!!
Sólo hay una esperanza: el diálogo, sí o sí, será necesario, pero sólo será posible, tras las elecciones, con otros interlocutores: no se pueden ir de rositas los culpables de tanta locura y tanto daño a Cataluña, a España y a todos los españoles. Y dejando claro que mientras las leyes no se cambien conforme aquellas propias leyes señalan como camino, aquellas leyes vigentes son sagradas.
Decía Kant que "la libertad es el derecho de escoger a las personas que tendrán la obligación de limitárnosla". Y aquellos que elegimos limitan nuestra libertad a través de la Ley, ley alcanzada y promulgada a través de acuerdos, pactos y consensos mayoritarios; porque la ley es la esencia de la democracia y sin ley, sin democracia, no hay libertad.


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