domingo, 19 de noviembre de 2017

EL OLVIDO QUE AÚN NO SOMOS

                                                                     'Ya somos el olvido que seremos' 
                                                                                                   J.L. BORGES
Fue un hermoso día; calmos y luminosos son los territorios cercanos que me acogen, donde habito...
Un lugar en el mundo muy cerca de donde nací, y al que vine a vivir, con los años ya vividos y por vivir aún...
Era la hora gozosa y pausada del aperitivo con el silencio de la luz de la primera tarde y con la certeza que nos da una determinada edad para pensar sólo en la incertidumbre que nos queda por delante; ese tiempo que seremos y sobre el que pronto se irá construyendo el olvido que pronto también seremos...
Nunca le he temido a la muerte propia, ese final de la nada que seremos, sino a la muerte ajena. Sí, le temo a sentir el dolor de la muerte, ese dolor que tantas veces ya he sentido, el ajeno, el propio por compasión y soledad; pero, sobre todo, le temo a no saber aprovechar bien el tiempo que me queda.
Sí, hoy fue un gran día: lo gocé, lo disfruté, a mi modo; por encima del mar más azul que desde enfrente me acompaña, y rodeado de arboledas hermosas sobre lomas verdes que retan sequías y miedos desconocidos.
Adagios sinfónicos de Mahler llegaban a través de auriculares inalámbricos y sentí escalofríos. Fue entonces cuando noté la humedad y decidí regresar a casa, donde el refugio de la soledad y las certezas...


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