jueves, 23 de noviembre de 2017

IDEAS E INSTITUCIONES

Desde muy joven vengo manteniendo que una cosa son nuestras convicciones, nuestras ideas, nuestra visión del mundo, y otra cosa muy distinta son las instituciones que se nos ofrecen para representar aquellas nuestras ideas, convicciones o creencias...
Y así, y a modo de ejemplo, aun no siendo creyente, podría ser católico y no estar de acuerdo con la Iglesia Católica; del mismo modo, puedo ser liberal -o socialdemócrata, o lo que sea- y no por ello tener que estar de acuerdo con las instituciones sociales o políticas que se nos ofrecen como representantes de aquellas ideas políticas y sociales que defendemos, ni con los equipos dirigentes que en cada momento las pilotan o representan...
En suma, nada tienen que ver nuestras ideas con las instituciones creadas para llevarlas a cabo, ni con las ideas de los que las dirigen en cada momento. Pero en el mayor o menor acercamiento y empatía de nuestras ideas con aquellas instituciones ad hoc -y con los dirigentes que las representan en cada momento- está el éxito social o político de todos; de nuestras ideas y de las instituciones que aspiran a representarlas.
A eso se llama éxito político o social de los dirigentes de turno que representan aquellas instituciones, cuando la credibilidad y la coherencia se unen y convencen a la mayoría social a la que aspiran representar...
Y en ese sentido, y como alarma preocupante de incoherencia, si bien nunca me ha gustado que en campaña electoral se hable de los pactos posibles a futuro, pero si se entra en el asunto no se puede crear confusión; y claro, lo que no se puede decir es que con tal grupo político NO pactaré cuando ese mismo grupo está sosteniendo gobiernos de tu propio partido en otros territorios, y, cuando hace un año tenía pactado un posible gobierno y que echó por tierra el iluminado de Podemos...
En fin...

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