NUNCA EL OLVIDO, JOSÉ MIGUEL

Siempre acechando la muerte, esa impostora de la vida, esa oscura sombra de la nada...
La nada que seremos y somos cuando la nada de los otros...

Como Lorca, "yo vuelvo por mis alas, dejadme volver.
Quiero morirme siendo, siendo amanecer,
Quiero morirme siendo, morir siendo ayer."

Como aquel ayer en la azotea de su casa, en Coín, en aquellos años de aprendizaje de la vida, cuando aquellos guateques a cielo abierto bajo las estrellas de todos los veranos...

O como en aquel campo de fútbol donde verlo jugar era un orgullo: tenía un toque de balón preciso y hermoso...

Sí, quiero mis alas, y dejadme volver; sólo quiero morirme siendo, morir siendo ayer...