Llevo más de 15 días en el Sur, tras regresar de mis días portugueses y gallegos...
Pero hasta hoy no bajé al mar de enfrente, donde mi oficina del mar...
La calor y la vulgaridad del 'été' me obligaron a un cierto retiro espiritual, cual un internado de juventud, salvo escapadas para asuntos familiares y/o de amigos, esa otra forma de familia...
Hoy, al ver el día en modo gallego, bajé. Nada ha cambiado, salvo la luz del mar azul, agotado de gente en su muchedumbre.
Y una terneza: ¡siempre me asombra el afecto en todas sus formas!... Los camareros y el encargado del negocio, no sólo me saludaron 'comm'il faut'; todos me dijeron que me habían echado de menos y que se alegraban de verme...
Pero hasta hoy no bajé al mar de enfrente, donde mi oficina del mar...
La calor y la vulgaridad del 'été' me obligaron a un cierto retiro espiritual, cual un internado de juventud, salvo escapadas para asuntos familiares y/o de amigos, esa otra forma de familia...
Hoy, al ver el día en modo gallego, bajé. Nada ha cambiado, salvo la luz del mar azul, agotado de gente en su muchedumbre.
Y una terneza: ¡siempre me asombra el afecto en todas sus formas!... Los camareros y el encargado del negocio, no sólo me saludaron 'comm'il faut'; todos me dijeron que me habían echado de menos y que se alegraban de verme...
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