sábado, 8 de agosto de 2009

EL REGRESO

Cuando eran las 18,20 horas entraba en el parking de Bormujos. Más de 900 km; tres paradas: Mombuey, en su enlace con Zamora, Hervás y Mérida; café, coca-cola, pincho de tortilla y bocadillo de chorizo ibérico. Salí a las 10 horas de Poio. Ruta de la Plata, casi lista, excepto algunos km. Bellísima carretera que transita por cuatro comunidades autónomas: Asturias, Castilla-León, Extremadura y Andalucía. A destacar los cambios de piel de la piel de toro; de la húmeda Galicia, al granero zamorano; de las dehesas salmantinas y extremeñas, a los viñedos de la cuenca del Guadiana. Y regresamos, así, a las dehesas: las de la sierra norte de Huelva, engarzada ya con la vega del Guadalquivir.
Y así se llega a la ciudad por excelencia del Guadalquivir: atravesando el Miño, el Duero, el Tajo y el Guadiana...
¡Cuánta belleza a través de la Ruta de la Plata!
Y al llegar a Sevilla, la caló... Esa insoportable realidad del clima de esta hermosa ciudad.

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