jueves, 6 de noviembre de 2008

CRÓNICAS GALLEGAS (DE OTOÑO)

6 DE NOVIEMBRE

Como me temía, me llegó el primer enfriamiento... En otoño, esa estación de ciertas derrotas y de muchos cansancios, esa estación en la que vine al mundo y pronto respiré sus miserias, siempre me zarandea en lo más débil que quizá tenga: el aparato respiratorio.
Antes de anoche, entre las emociones (ver renacer ilusiones en personas ajenas también las renace en mi; y vi llorar a mucho negro, a mucho latino, a mucho desamparado...) y el agotamiento de la incertidumbre nocturna y casi en vela, me pasaron factura: siempre me sucedió así; tras unas fuertes emociones se me inicia un declive físico; declive que se sustenta allí donde más débil es mi cuerpo; la garganta, la nariz, los pulmones...
Y siempre sucede en otoño, esa estación de ciertas derrotas y de muchos cansancios...

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