martes, 4 de noviembre de 2008

CRÓNICAS GALLEGAS (DE OTOÑO)

4 DE NOVIEMBRE

Se pudiera decir que hoy es el primer día que llueve con "conocimiento" (como dice el hermano que dicen en Coín cuando llueve con prestancia y empeño). Y como me tienen acostumbrado mis dioses, al llegar la hora de la ducha para iniciar el peregrinar diario por la Ría de Pontevedra, los cielos se calman y dan tregua para llevar las horas y los placeres en su justa medida de humedad y contento...
Y la casa, este aposento de Poio desde donde diviso la vida con sosiego y cierta tranquilidad de temores, día a día toma cuerpo y se viste con mejores galas; aquellas nobles como las maderas, las alfombras, las cerámicas, los cristales y los objetos que nos hacen más serena la vida al colmarnos de emociones (gracias Elena, por tus sabios consejos)...
Y las cosas que siempre van conmigo: músicas, fotos, plumas, escritorios repletos de libretas, de papeles de colores, de folios escolares, de porta-celos, de grapadoras, de clips, de pinzas... Son mis cosas; son mis pequeños acompañantes; son aquellas pequeñas e inocentes cosas que me hacen feliz sorprendentemente...

Se pudiera decir que hoy es el primer día que llueve con "conocimiento"...

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