martes, 11 de junio de 2024

MÁS REFLEXIONES EN VOZ ALTA

Vengo sosteniendo que la izquierda democrática europea nunca ha dado la guerra cultural en el sentido de no haber planteado batalla alguna contra los cimientos sobre los que se han instalado los relatos del mundo conservador, tanto en lo político como en lo social… Señalaré, pues, lo que considero ha sido errático desde la izquierda:

No se ha consolidado el laicismo en los espacios públicos de todo tipo, imponiéndose siempre la morral religiosa tradicionalmente dominante: escandaloso ver a Alcaldes de izquierdas presidiendo procesiones… ¿Y dónde ha quedado aquello de los funerales de Estado? Se han seguido celebrando en Iglesias, con actos religiosos, en vez de actos laicos… Eso sí, saquemos tronos y procesiones porque son tradiciones populares y nos votan…

Se han seguido subvencionando espectáculos obscenos como el maltrato animal y negocios culturales banales sin interés social mayoritario alguno, salvo de cuatro amiguetes y lejos de los gustos novedosos de gente joven, por ejemplo, que hasta en esto se les ha dado la espalda…

Se ha elevado a altares a intelectuales (?) mediocres que al cabo encelan a los más brillantes que acaban en el enemigo y lejos de todo apoyo…

Errática política de comunicación en todos los frentes; desde los medios públicos a la política de marketing para con los medios privados; y un desastre inentendible en la gestión en redes sociales, lejos, muy lejos, del mundo de los jóvenes de hoy, lo que lleva a un apoyo electoral cada vez más envejecido…

Nunca se ha cuestionado el sentido social de toda propiedad privada; un ejemplo claro y grave ha sido la nefasta (por ausente) política de vivienda, que es un derecho antes que un negocio… Lo digo siempre: mientras la propiedad privada sea el derecho más protegido, por encima incluso del derecho a la vida, poco se podrá hacer… 

No se ha dedicado en la escuela tiempo ni profesorado especializado en enseñar actitudes democráticas, desde asignaturas hasta enseñar historia reciente, amén de dejar claro que los derechos sociales conquistados nunca son eternos como nos enseña la historia que no conocen nuestros jóvenes…

Gestión errática de los efectos negativos que la globalización económica ha generado y que ha acabado con una brecha cada vez mayor de desigualdad social inter e intraterritorial… 

Asumir el discurso liberal del emprendimiento individual, egoísta, hasta reclamar competitividad de manera obsesiva y frustrante durante los años de formación de nuestros jóvenes, ha sido una obscenidad como discurso de la izquierda y de consecuencias muy negativas e insolidarias a presente y futuro…

 Nefasta gestión de los flujos migratorios en toda la Vieja Europa, lo que ha hecho alimentar la xenofobia y el crecimiento de los grupos ultranacionalistas y populistas de todo tipo…

Por último, ausencia de una batalla también cultural en lo fiscal: no se ha luchado con eficacia contra el fraude fiscal ni se ha llevado a cabo una profunda reforma fiscal… Y falta de ejemplaridad: que TVE haya hecho rico a defraudadores (que iban encima de progres) con algunas series, pues eso, lamentable… 

Sólo son algunos apuntes… Paro, por ahora... Y sí, lo he comentado ya muchas veces: la izquierda democrática europea ha renunciado a la batalla cultural y ha acabado abrazando la cultura conservadora en muchos aspectos sociales…

 Creo que aquí está la madre del cordero: educación, cultura, solidaridad fiscal… Sí, la guerra cultural es la clave, guerra que ha ganado una vez más la derecha conservadora y reaccionaria del mundo más rico, el occidental…

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