1. La lealtad es un principio básico en la vida y en todas las facetas de aquella, como la política, donde la vida es más urgente y veloz…
2. Con los años aprendí que sin lealtad no puede haber nunca una actitud moral y de respeto ni siquiera para con uno mismo...
3. Me sorprende (sigo queriendo tener intacta mi capacidad de asombro) que gente importante que ha vivido en espacios de poder, donde aprender de lealtades básicas, haya olvidado tan pronto aquel principio moral de la lealtad… Quizá vivamos en exceso en eso que se ha llamado la época del yoismo, la vanidad y una infinita tendencia a la egolatría de todo narciso que ignora, además, que el rio fluye siempre si lleva agua…
Todo esto viene a cuento ante la actitud desleal de la llamada vieja guardia del que llaman “su partido”, ignorando que los dueños de un partido son los ciudadanos, no sólo sus militantes, toda vez los partidos políticos son instituciones públicas para la participación política, como así recoge nuestra Constitución y por eso reciben subvenciones públicas…
Felipe González, Alfonso Guerra, etc, otrora referentes de la progresía española y europea, hoy son patéticos representantes de la decadencia humana, más allá de hacerse a diario un enmienda a la totalidad de sus vidas en lo referente a comportamientos políticos, quizá víctimas todos de un nefasto sentimiento de celos y añoranzas del poder que tuvieron que hoy ostentan otros en un mundo tan complejo que no alcanzan a comprender porque ya no es el de ellos… Y es que los sentimientos humanos más primarios suelen ser los grandes traidores de los más grandes hombres de la historia…
En suma, estamos en una nueva época donde el yoismo, el yo frente a lo colectivo -o a lo del otro-, es el síntoma más preclaro de la decadencia del humanismo en el mundo de hoy…
CUANDO los días... [Lo que me queda de mis días: diario de un escéptico]
lunes, 27 de mayo de 2024
DE LA LEALTAD, DE LA VIDA...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios