Al año siguiente de morir mi padre (1966) con tan sólo 51 años, el Tío Javier, uno de sus hermanos más joven, organizó un viaje por España en su coche. Íbamos él, mis hermanos Modesto y Rafael, sus hijos Javier e Ignacio, y yo... Era uno de aquellos Seat 1.500 que delante cabían tres personas con asiento unido con el conductor...
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