INTELECTUALES, COMO AUSENTES...

Siempre he sostenido que todo intelectual, dadas sus dotes elevadas para pensar, analizar, debería ser un hombre solidario, humanista, progresista, crítico siempre, dubitativo hasta de sí mismo y de su papel, pero heme aquí sorprendido...
Resulta que hay muchos que se dicen intelectuales (y lo son por sus dotes) reaccionarios, frentistas, casi inhumanos, insolidarios y excesivamente conservadores (¿conservar qué, tanta desigualdad y miseria en el mundo?)...
Y entonces, claro, me inunda una profunda tristeza: o no son tantos los intelectuales dotados para serlo, o yo, como siempre, estoy en un profundo error al creer en lo imposible...

Sí, una vez más entre la fe y yo hay algo personal...