martes, 31 de agosto de 2021

LIBRO DEL SOSIEGO (Rogelio está en todo...)

-¡Señor, debe salir al balcón/jardín.... Ha quedado una tarde crepuscular deliciosamente agradable… Corre una brisa que me ha hecho recordar aquella de junio de 2018 en Cascais, aquella tarde que vino a verme y tomamos oportos en la hermosa Pousada de la Fortaleza…
-Gracias, Rogelio… La verdad es que hace una tarde última muy agradable… ya va siendo hora de respirar en Málaga, que vaya verano llevamos!!!... Por cierto, qué buena memoria la tuya… Sí, yo vivía en Cacilhas y a diario entraba en Lisboa cruzando el estuario… Pessoa decía que a Lisboa había que llegar por mar para verla en su todo , desparramada hacia la Baixa y el Río Tejo… Y llevaba razón: ¡que hermosa Lisboa desde la otra orilla del estuario del Tejo!!! Sí, a diario llegaba al Cais do Sodré y desde allí iniciaba el recorrido; bien por la ciudad, o bien iba a Cascais -o a Sintra- en trenes que cogía en aquel Cais do Sodré…
-Por cierto, Señor, como sé que a estas horas le gusta conectarse a la red le he dejado el portátil y un gin-tónic como le gusta de punto de gin, hielo, tónica y limón…
-Ah!, muchas gracias, querido Rogelio. La verdad es que estás en todo…
-¡Señor, es mi trabajo!...
-Rogelio, no… Tú no estás a mi servicio… ¡Cuántas veces te lo tengo que recriminar!!! Eres mi amigo, no mi empleado… Reconozco que me haces la vida más fácil y placentera, pero no estás a mi servicio…
-¡Señor, lo sé!, pero no puedo actuar de otra manera; soy mayordomo y aunque usted no me ha contratado le ofrezco mis servicios en forma de gratitud desde que aquella noche en La Carbonería de Sevilla nos conocimos y usted me acogió en su casa… Le aseguro que no volveré a decirle que estoy a su servicio, pero tampoco usted me recrimine mi forma de agradecerle todo lo que ha hecho usted por mí en estos últimos años de mi vida...
-Vale, de acuerdo… Por cierto, gracias por cargarme los auriculares inalámbricos que estaban sin batería esta mañana…
-De nada, Señor!!!, es mi… Perdón, me di cuenta de que los tenía descargados y los enchufé con el puerto USB del ordenador… Por último, le he dejado en la cocina cortado en rodajas un exquisito pollo relleno y arroz blanco ya cocido… Cuando me diga saltearé el arroz con unos ajitos a los que añadiré cebollino y otras hierbas, y luego pondré a la plancha las rodajas de pollo relleno con un poco de mantequilla con sal…
-Gracias, Rogelio… Por cierto, está delicioso el gin-tónic…
-Gracias, Señor!!!...

P.D. Al fin Rogelio me deja tranquilo y puedo oír al premio Nobel… Este disco, Desiré, de 1975, es soberbio… No tiene desperdicio… Y memorable su “Romance en Durango”...
Este es el link del disco en youtube:






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