miércoles, 4 de agosto de 2021

EL LIBRO DEL SOSIEGO (Rogelio regresa al fin)

1 de agosto 2021

Eran las 20,45 horas aproximadamente cuando entraba en casa: Rogelio Garret ha regresado…
-Señor, ya estoy aquí de nuevo para servirle y atenderle; ¡¡cuánto siento llegar tan tarde y tras tanto tiempo!!!... Pero ya sabe…
-¡Hombre Rogelio!, ven… -¡Dame un abrazo!...
-Señor, no sé si debo… Nunca un mayordomo abraza a su Señor… Y menos después de haberle fallado durante tanto tiempo; pero ya sabe, la maldita pandemia… Justo el día que tenía previsto regresar, sabiendo que usted ya había regresado de Galicia, cerraron las fronteras, más allá de que uno de mis sobrinos, sin vacunar, se infectó del virus dichoso… La juventud, Señor, que está perdida…
-Hombre, vaya, lo siento; en cualquier caso te repito una vez más que tú no estás a mi servicio; yo encantado de que vivas en casa, pero no eres mi empleado sino mi amigo, un amigo que se empeña en servirme como mayordomo!!!
-Señor, nunca he olvidado aquella noche en La Carbonería de Sevilla, donde le conocí… Usted fue para mí más que mi nuevo Señor. Había dejado Londres, tras fallecer mi Señor de Kensington, y acababa de enviudar. Si no llega a ser por usted mi vida hubiese acabado mal y hace tiempo…
-Bueno, bueno, no te pongas triste; aquello ya está olvidado. Vamos a brindar por tu llegada…
-Pero Señor, si no habrá ni cenado aún; deje que le prepare algo y después lo celebramos…
-Para nada; he tomado algo en modo merienda cena (ahora lo he vuelto a practicar: me sienta mejor), así como el ayuno hasta las 12 de la mañana… Sólo café y té hasta las 12 del mediodía…
-Vaya ya veo que regresó de Galicia con unos kilos de más y está tomando decisiones correctoras, no? Y perdone que sea tan directo, pero le veo más voluminoso en ciertas partes de su cuerpo…
-Jaaaaa… ¡¡¡La verdad es que con la dichosa pandemia y el tiempo detenido se nos han destrozado las rutinas!!!
-Por cierto, Señor, he seguido la vida pública española desde Portugal; allí no salen de su asombro por la actitud de las derechas españolas, ¡tan poco patrióticas, eso que dicen tanto ser!!!...
-Pues sí, querido Rogelio; pareciera el sino de España; la eterna España invertebrada que no termina de vertebrarse… Un hecho que para los de mi generación sigue siendo sorpresivo y lamentable; quizás creímos que estaba ya todo hecho y no fue más que un deseo… Lo curioso, querido Rogelio, es que precisamente los que fueron protagonistas de la transición han pasado a la historia como los españoles de la reconciliación, siendo las generaciones posteriores las que han erosionado, por meros intereses cortoplacistas, los cimientos de aquella España construida entonces con grandes concesiones por todas las partes y que fue un proceso modélico en todo el mundo…
-Para colmo, Señor, todo el asunto del Rey Emérito… Lo dicho, en Portugal están asombrados con lo que ocurre en España; tanto en lo político como en lo judicial, con instituciones por renovar y sin hacerlo en un acto de frivolidad y desprecio democráticos sin parangón… Y cuando el movimiento iberista crecía se ha estancado, como temiendo unirse a una España sin solución vertebrada de país aún…
-En fin, querido Rogelio, al parecer no tengo nada que contarte pues te veo muy bien informado. Lo que sí quería decirte, aunque ya lo sabes porque sé que me has seguido a través de Facebook, es que he descubierto lugares mágicos… Toda Galicia es un espectáculo y un paraíso, pero su costa lucense y su costa coruñesa, desde Mañón a Fisterra, con sus Rías, la de Ortigueira, Betanzos, etc, se lleva la palma… Y regresé a la primera Asturias; a Lugo; a Pontevedra, a A Coruña, a Ponteceso, a Malpica, a Sada, a Miño, a Pontedeume… Y a Cedeira, la bella y elegante Cedeira… Y a la aldea de San Andrés de Teixido, tan coqueta como abismalmente hermosa… Y, como no, Cariño, donde la vida es placentera por sencilla y tranquila… Y donde ya una parte de mí reside allí por siempre…
Por cierto; perdona que me pongo a hablar y vendrás cansado del viaje… Está todo dispuesto conforme dejaste tu cuarto. Por hoy basta. Y descansa… Ah!, y me alegro de que hayas regresado… Gracias…
-Señor, usted no tiene que darme las gracias; tendría que dárselas yo. Y me gusta que me cuente sus cosas: usted nunca es pesado. Y por cierto, antes de recogerme, ¿necesita algo?...
-No nada, gracias Rogelio...
-¿Seguro, Señor?...
-Seguro… Buenas noches…
-Hasta mañana pues, Señor. Buenas noches…
P.D. Rogelio se retira a sus aposentos mientras mira una y otra vez la foto que hice esta tarde justo antes de llegar; Málaga, en este primer domingo de agosto, le recibía así, con esta luz, y con una temperatura que ojalá siempre y todos los días del verano…



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios