-Señor, veo que se entretiene con sus bocetos y sus acuarelas durante largas horas en el jardín...
-La verdad, querido Rogelio, que esta afición que tengo desde pequeño me ayuda a calmar dolores superiores a los físicos...
-De cierto que le comprendo... Mi señor de Kensington tenía una extraña afición: coleccionaba libretas de piel que él mismo hacía. No eran de calidad en cuanto a terminaciones, pero decía que le distraía del mundo y le calmaba los adentros...
-Asi es. Comprendo a tu antiguo señor... Más que el resultado final, el verdadero goce está en la producción de algo. Y si el producto final no tiene utilidad alguna, más sutil es aquel goce en producirlo...
-Señor, esto último no alcanzo a entenderlo del todo... En cualquier caso, pase usted buena noche...
-Igualmente. Descansa...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios