FUI UN NIÑO MALTRATADO

Nuestro Yimmi, nuestro querido líder natural, convocó un año más, en nuestro pueblo, a los niños de entonces, cuando la infancia y la juventud...

Y, como todos los años, diseñó el recuerdo, esta vez en sobres personalizados, con la ayuda del primo José Manuel García Agüera...

Et voilà el resultado, al que se incorporó un dibujo que hice del Convento, hoy sala de exposiciones y otros usos, y ayer Convento-Colegio regentado por monjas de clausura y donde hasta los cinco años, cuando marché a Málaga con mis hermanos, aprendí a leer en EL CATÓN la a con la a, la b con la b...

Claro que las monjitas de entonces no eran pedagogas ni psicólogas. Y como las normas eran muy rígidas, y como quiera que yo era zurdo me obligaban a ir con un pañuelo al colegio (ave maría purísima, y me abrían la puerta tras decir ellas sin pecado concebida), pañuelo que me ataban a la mano izquierda de forma que me impedía escribir con ella, obligándome a aprender con la derecha, con la que escribo desde entonces... Con los años y la ciencia se ha demostrado que eso de obligar a una persona a dejar de ser zurdo es una barbaridad siendo para los psicólogos un posible motivo de trastornos mentales...

Después pasé, con mis hermanos, al Colegio de los Agustinos de Málaga capital; y como era muy nervioso no había día que no me castigaran los curas.
Con los años supe también que al parecer yo era un niño de los que hoy llaman hiperactivo... Y, claro, ahora comprendo dos cosas: lo nervioso que era y lo que molestaba a la gente (incluida mi familia) y que mi locura perenne tiene un origen científico: ¡fui un niño maltratado por monjas y curas que no supieron diagnosticar mi caso ni mi caos....!!!