Cuando Angélica Huston publica sus memorias, como ya antes hizo su padre en vida; cuando vuelvo a ver el final de una prodigiosa película que siempre vuelvo a ver en tardes como esta, de mayo de oficina sola...
-"Creo que murió por mi", le dice llorando...
Y le cuenta la historia de amor que tuvo y que él no conocía... Lo hace después de oír la canción en la despedida de la fiesta de navidad de las titas del marido... Él queda sobrecogido, con un sentimiento de como no haber amado nunca por no haber sentido aquel sentimiento; y en un monólogo final sobrecoge cómo se reconoce la soledad del hombre en el mundo y lo ruin de una vida acomodada y triste sin pasiones conocidas...
Es el final prodigioso de la última película que hizo John Huston, ya en silla de ruedas y con oxígeno asistido, y como protagonista su hija Angélica, que aparece descendiendo la escalera y como que se ausenta y se evade, como una virgen encuadrada en vidriera (un plano inolvidable), mientras oye la canción que le cantaba aquel joven que murió por ella...
Está basada en el cuento de Joyce titulado Los muertos, publicado en España en un libro de cuentos titulado Dublineses, como así se llamó la película, Dublineses, todo un retrato de la vida cotidiana de la petite bourgeoisie irlandesa....
Es la parte final de la película. Es un prodigio de hermosura, de arte, de texto, de reconocimiento de derrota y de soledad del hombre en el mundo... Y sobre todo, es un testimonio de honestidad...
Disfrutad, como yo lo hago, y conmoveos, como también hago, cada vez que veo este hermoso final de la última obra de uno de los más grandes, John Huston...
-"Creo que murió por mi", le dice llorando...
Y le cuenta la historia de amor que tuvo y que él no conocía... Lo hace después de oír la canción en la despedida de la fiesta de navidad de las titas del marido... Él queda sobrecogido, con un sentimiento de como no haber amado nunca por no haber sentido aquel sentimiento; y en un monólogo final sobrecoge cómo se reconoce la soledad del hombre en el mundo y lo ruin de una vida acomodada y triste sin pasiones conocidas...
Es el final prodigioso de la última película que hizo John Huston, ya en silla de ruedas y con oxígeno asistido, y como protagonista su hija Angélica, que aparece descendiendo la escalera y como que se ausenta y se evade, como una virgen encuadrada en vidriera (un plano inolvidable), mientras oye la canción que le cantaba aquel joven que murió por ella...
Está basada en el cuento de Joyce titulado Los muertos, publicado en España en un libro de cuentos titulado Dublineses, como así se llamó la película, Dublineses, todo un retrato de la vida cotidiana de la petite bourgeoisie irlandesa....
Es la parte final de la película. Es un prodigio de hermosura, de arte, de texto, de reconocimiento de derrota y de soledad del hombre en el mundo... Y sobre todo, es un testimonio de honestidad...
Disfrutad, como yo lo hago, y conmoveos, como también hago, cada vez que veo este hermoso final de la última obra de uno de los más grandes, John Huston...
Pronto todos seremos sombras...
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