domingo, 27 de diciembre de 2009

NUEVA PEREGRINACIÓN A LA TIERRA PROMETIDA

Cuando eran las 9 horas bajaba al parking del Aparthotel y cargaba el coche con las últimas bolsas. Entre que extrañé la cama y los nervios del viaje, apenas pocas horas de descanso; pero a base de café y coca-cola, y comiendo poco, al fin, tras casi 900 Km +/-, alcancé Poio.
Y tras unas densas nieblas sobre la sierra de Huelva y los inicios de Extremadura, con sus soberbias dehesas verdes requeteverdes, tras tantos días de lluvia, cuando cruzaba el Guadiana (nuncanojamas vi al Guadiana con tan enorme caudal), pasado Zafra, por las tierras fértiles de Almendralejo, antes de la cercana y romana Mérida, se abrieron los cielos y el sol me acompañó largo rato... Y al salir de Badajoz, camino de Lisboa, volvió la densa niebla... Pero pronto, antes de Estremoz, pasado Elvas, volvió a radiar de nuevo el sol... Y ya no me abandonó durante todo el trayecto. Y cuando eran las doce de la mañana hora portuguesa, es decir, la una de la tarde, hora española, atravesaba Evora, ciudad Patrimonio Universal, y que tantas veces ha sido revisitada... Y al pronto, el desvío en peaje hacia Santarém: dejar a la derecha, a tan sólo 50 Km +/-, a Lisboa, ciertamente supone una enorme contrariedad, pero el calendario aprieta y hay prioridades... Y casi sin darnos cuenta, aparece Santarem, elevada, presidiendo el Tajo, también con un enorme caudal debido a las recientes y copiosas lluvias en España. Y al pronto, Fátima, la ciudad de la fe; y Coimbra, la "cidade del conhecimento", como reza su eslogan. Y pronto, Leira y Porto... Atravesar el Duero por la ciudad de Porto es un espectáculo soberbio que requiere menos tráfico y menos portugueses mal-conduciendo sus locos cacharros... Y enseguida, Braga, Guimaraes, Ponte de Lima, Viana do Castelo... Y recuerdas viajes, días y rosas... Y te sientes de aquí, tú que siempre eres extranjero... O quizá sólo soy extranjero donde habito normalmente...

-Y quizá por eso siempre huyes, me digo; por eso siempre quieres estar donde no estás, me repito...

Y uno de esos lugares donde siempre quiero regresar es Portugal, país que tuve la fortuna de que me impactara desde la primera visita; un impacto que me atrapó ya para siempre. Y reivindico, con Saramago, que sea la 18ª comunidad autónoma de la Península Ibérica de Europa. Y una vez más, constatar y resaltar que Portugal está mucho mejor cuidado y mantenido que España, a pesar de su enorme crisis; sobre todo en sus ciudades medias. Y el feismo español no se ve por allí; incluso, como es un país tan verde, hasta sus polígonos industriales están casi tapados por la vegetación y apenas se ven en el paisaje global de pinos, montes, valles; y más montes y más valles, sin solución de continuidad en un casi repetitivo vergel de verdor y aguas resbaladas al asfalto... Y al fondo Castelos, o iglesias barrocas manuelinas; o ríos, bosques y prados... Y montañas, las montañas de Tras os Monstes, lindando con las Españas...

Y cuando eran las 18 horas +/- alcanzaba Vigo, la ría de Vigo; y presencié la puesta de sol sobre las Cies, ese inigualable espectáculo que la naturaleza reserva para estas tierras tan rudas como hermosas, tan antiguas como vanguardistas en diseños, en arte, en confección; y en literatura, cine, enología, etc...

Han sido 9 horas, más o menos; 900 Km, más o menos. Y varias paradas (cada dos horas) para cafés, coca-colas, y baño... Y muchos recuerdos; y muchas y gratas sensaciones: viajar es siempre un sueño hecho realidad... Y, como no, viajar también te enseña cómo el hombre, a lo largo de su existencia, ha ido creando con su inteligencia un enorme avance científico, cultural y de desarrollo abismales respecto a nuestros antepasados. Y atraviesas puentes perfectos y hermosos; y pisas asfaltos que repelen el agua; y paneles informatizados que te informan del estado de las rutas; y oyes emisoras de música, de información; y llevas una moderna brújula en forma de lector por GPS, donde te anuncia radares, restaurantes, salidas de autopistas, gasolineras... Y oyes música comprimida en MP3, o hablas por teléfono sin cogerlo, a través del equipo de audio del coche por bluetooth...
Y entonces te congratulas de pertenecer a la vida, al mundo. Y así, cansado pero contento, caeré pronto en la cama...

Mañana me esperan los sentidos...

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